Cuando se conocen, ambos tienen pareja. Pero se gustan. O eso parece. Al menos lo suficiente como para poner en marcha un mecanismo imparable a pesar de la evidente imposibilidad. El mismo engranaje que entra en funcionamiento cada vez que la razón se nubla y el deseo –o la imperiosa necesidad de gustar– se impone.El accidente cuenta el vértigo de lo que ocurre en los primeros compases del enamoramiento y deja al descubierto la universalidad de ciertos rituales de seducción.Blanca Lacasa se adentra por primera vez en la ficción con este adictivo relato sobre el anhelo, la romantización del deseo y el riesgo de sucumbir a los caprichos de algunas conquistas. Una nouvelle sexy y llena de humor que funciona casi como una radiografía: difícil no reconocer en ella las tácticas a las que recurrimos para enfrentarnos a atracciones tan misteriosas como obsesivas.